“Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios.”
Romanos 11: 29
La fidelidad de nuestro amado Señor y Padre hace que podemos confiar plenamente en Él sin dudar.
Su fidelidad no conoce circunstancias, contextos o tiempos.
Su fidelidad es eternamente parte del carácter moral de nuestro Padre, el cual no revoca lo que concede porque no se contradice en ninguna forma. Sus dones son parte de su gracia para nosotros. Cuando recibimos sus dones y su llamado no lo merecemos, y jamás estamos en la condición de merecer algo de Él, y aun así, no nos revoca lo que nos ha dado ….todo es parte de Su gracia.
Es decir que la elección es irrevocable o sea sin cambio de propósito, así como lo es su llamado e invitación a hacer parte de su familia. Los dones dados por Dios a la humanidad como el arrepentimiento, la gracia, y su misericordia son irrevocables, no cambian, así como la invitación a disfrutarlos.
Padre amado gracias por tu amor y tú fidelidad, gracias porqué recibimos sin merecer y porqué tú no revoque tus dones y llamado aunque cuando somos conscientes que somos privilegiados y a la vez ingratos.
Meditemos