pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas;
correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.
Isaías 40:31
Volarán como las águilas es el preludio del Señor, después viene la promesa, correrán y no fatigarán, caminarán y no se cansarán. Horas de santa euforia son la recompensa a muchas horas de paciente esfuerzo, espera y trabajo. La naturaleza tiene sus vertientes y también las tiene la gracia de Cristo.
Regocijémonos en el Señor siempre. Apropiémonos de él como nuestro continuo gozo, cuyo corazón es la fuente de bendición y quien es ungido con el aceite de alegría por sobre todos (Hebreos 1:9)
No nos debemos desalentar si la marea no siempre es tan alta. Aun cuando la marea esté baja, el océano está igual de lleno. La naturaleza humana no soporta una agitación permanente, aun de felicidad, más Dios descansa más bien en su amor.Vivamos lo más consciente posible, llenando cada momento con fidelidad nuestro servicio, confiando en él quien ha de motivarnos a “querer y hacer para que se cumpla su voluntad”. Así al salir a servirle, oiremos una y otra vez su alegre susurro, Bien hecho siervo fiel…entra en el gozo de tu Señor (Mateo 25:21)
MEDITEMOS Y OREMOS
