Él los guiará a toda la verdad.
Juan 16:13
El Espíritu Santo no viene para darnos manifestaciones extraordinarias, más bien para darnos vida y luz. Mientras más nos acercamos a él, más real será su iluminación y su dirección en nuestras vidas.
Él llega a guiarnos a toda verdad. Él viene a iluminar nuestros propios corazones y mostrarnos lo que somos. Él viene a revelar a Cristo, a darnos y después iluminar las Sagradas Escrituras y presentarnos claramente las verdades divinas para que podamos apropiarnos de sus recursos espirituales.
Él nos llega como Espíritu de revelación y sabiduría en el conocimiento de Cristo, alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza. (Efesios 1: 18-19)
Espíritu de poder con fuego celestial: llena nuestras almas, inspira también nuestras lenguas, extiende tu mano y restaura dones pentecostales. Las maravillas de tu poder despliega por doquier.
MEDITEMOS Y OREMOS
