Su servidora, no tiene nada en casa, excepto un poco de aceite.
2ª Reyes 4:2
El profeta Eliseo le preguntó a la viuda: ¿Qué tienes en tu casa? Ella le respondió, “nada, excepto un poco de aceite” Esa vasija de aceite era suficiente para todas sus necesidades, si ella hubiera sabido cómo usarla. En verdad, representaba al Espíritu Santo y la gran lección de este incidente es que el Espíritu Santo es suficiente para todas nuestras necesidades, si sólo supiéramos cómo usarlo.
Todo lo que la viuda necesitaba era conseguirse todas las vasijas posibles para contener lo que se rebalsaba hasta que todas estuvieran llenas. De la misma manera, el Espíritu Santo se ve limitado por nuestra capacidad para recibirle, y cuando el Señor quiere que recibamos más de su llenura, Él tiene que crearse más espacio a sí mismo, creando más necesidades en nosotros.
Dios nos envía más vasijas para que se llenen del Espíritu Santo al enviarnos más pruebas y tribulaciones.
Estas son las oportunidades del Señor para darnos más de sí mismo. Al encontrarnos con él, él llega con una mayor llenura para suplir cada nueva necesidad.
Señor, ayúdame a verte en cada tribulación y necesidad y haz de ellas una vasija para contener más de tu gracia.
MEDITEMOS Y OREMOS
