“Tu fruto procede de mí”
Oseas 14:8b
Nada impide nuestro avance con el Señor como la corriente de nuestra vida pasada que nos impulsa irremediablemente a los hábitos que finalmente tornan cambios en nuestro presente imposible.
El remedio es tomar diariamente de Cristo, como nuestro Alfa y Omega, para una experiencia mas divina, profunda y más alta. Entonces debemos esperar para que él formule nuestros deseos y oraciones, temerosos que aún nuestros más altos pensamientos estén por debajo de su gran plan sabio y amoroso.
“Consolador gentil y tierno, Oh paloma santa y divina, rendimos nuestros corazones en sujeción; esperamos tu llenura eficaz, úngenos de gozo y sanidad; bautízanos con tu poder de lo alto; Oh ven con tu llenura y sella, mientras bajo tu estrado estamos.” (Poema Dr. Simpson)
MEDITEMOS Y OREMOS
