“Vinieron con corazón perfecto… para poner a David por rey”
1 Crónicas 12:38
¿Cuál es el propósito supremo de nuestras vidas? Los israelitas vinieron con un corazón perfecto, de un mismo ánimo para elegir a David como rey. ¿Es éste nuestro propósito? ¿Preparar la novia? ¿Preparar al mundo para su venida?
Este objetivo, ¿minimiza y nubla toda otra ambición y preocupación? ¿Llena y satisface todas nuestras habilidades, capacidades y deseos? ¿Absorbe todo momento, cada impulso, todos nuestros recursos? ¿Da dirección y tono a cada plan y obra en nuestra vida? ¿Decide la educación de nuestros hijos, la inversión de nuestros recursos, nuestras amistades y asociaciones de vida, el total de nuestras actividades, intereses y perspectivas? ¿Estamos en ello, en espíritu, en alma y cuerpo, todo lo que somos, todo lo que hacemos y esperamos, estamos en un mismo sentir, con un corazón perfecto y comprometido para hacer a Jesús, Rey?
“Iremos unidos con el corazón fiel y la mano ágil, para llevar su estandarte real a cada tribu y a cada nación. Así llevaremos su novia y gozosamente daremos la gran bienvenida a Jesús, nuestro Rey.” (Poema del Dr. Simpson).
MEDITEMOS Y OREMOS
