“ Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo;”
1 Pedro 5:6
La oposición es esencial para un verdadero equilibrio de fuerza. La fuerza centrífuga y centrípeta actúa en oposición la una de la otra y así mantiene a nuestro planeta en su órbita. Una propulsa y la otra repele, actúan y reaccionan, para que así la tierra no salga disparada en el espacio desolador y destructivo. Estas fuerzas mantienen a la tierra en su órbita solar.
Así guía Dios nuestras vidas. No es suficiente que tengamos una fuerza propulsora, sino que también es necesario una fuerza opositora. Es así que el Señor nos mantiene el línea con pruebas en nuestras vidas, cuando estamos bajo presión, tentación y tribulación por aquello que pareciera estar en nuestra contra, cuando de hecho nos propulsa hacia adelante. El Señor así establece nuestro caminar.
Agradezcamos a Dios por ambas fuerzas en nuestra vida. Llevemos tanto las pesas como también las alas y así divinamente propulsados, sigamos adelante con fe, con paciencia nuestro divino llamado.
Señor ayúdame a aprender que todo lo que me pase hoy día, es tu voluntad.
MEDITEMOS Y OREMOS
