“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.”
Filipenses 4:6
¿Cómo dejamos nuestras cargas a un lado? “Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.” (Mateo 11: 29-30). Así tomamos sus cargas
Nosotros encontraremos sus cargas livianas. Las nuestras son muy pesadas. Es un bendito descanso si hemos intercambiado nuestras cargas, dejándolas a sus benditos pies, para cargar con las de él. El Señor quiere dar descanso a sus obreros, y él es lo suficientemente comprensivo para no cargar los corazones que ya están doblegados con sus pesadas preocupaciones.
¿Estás con miedo, preocupado o ansioso? Nunca encuentras la perfecta paz de Dios. Al recostarnos en su regazo, todas nuestras ansias cesan.
¿Queremos conocer la paz que el Señor nos puede dar? ¿Queremos el gozo del cielo? No nos afanemos por nada. Oremos en todo momento. Demos gracias por todo. “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.” (Filipenses 4:7)
MEDITEMOS Y OREMOS
