“Dichoso el hombre/mujer”
Salmo 1:1
Tres cosas son notables acerca del hombre o mujer dichoso:
- Su compañía: “No anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado.”
- Su lectura y pensamiento: “Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche.”
- Su productividad: “Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará”
El río es el Espíritu Santo, lo plantado es la vida permanente y profunda, no ocasional, sino lo que absorbemos espiritualmente de él. El fruto que se da no es de vez en cuando, sino es un fruto continuo y apropiado en cada estación y temporada de la vida.
Su vida también es próspera y su espíritu fresco, como una hoja que no se marchita. Esa vida es de por sí alegre y dichosa. Efectivamente, la alegría es la materia de la condición espiritual. Pon un rayo de luz en un sótano y hay luz. Pon un ruiseñor en la más oscura medianoche y cantará.
MEDITEMOS Y OREMOS

Siguenos y comparte: