“Nuestro Salvador, que puede guardarlos para que no caigan”
Judas 24
Esta es una preciosa promesa. La traducción es muy acertada y de mucha inspiración. No es sólo que no caigamos, El Señor quiere guardarnos de tropiezos.
Leemos en Romanos 4:20 que Abraham ante la promesa de Dios no vaciló como un incrédulo, sino que se afirmó en su fe y dio gloria a Dios. El señor quiere que caminemos sin titubeos o vacilaciones para así no perder la línea recta en sus regimientos que enfrentan al enemigo.
Son los pequeños tropiezos en la vida que nos desalientan y entorpecen nuestro caminar y la mayoría de estos tropiezos son por trivialidades. Satanás prefiere tumbarnos con una pluma que con un revólver. Es honor grande para él derrotar a un Hijo de Dios con algo insignificante que con una gran tentación.
Amados, cuidémonos de las pequeñas cáscaras de plátano con las que podemos resbalarnos en nuestro caminar. Cuidado con esas zorras pequeñas que arruinan nuestros viñedos (Cantar de cantares 2:15). También cuidémonos de la pequeña mosca que puede malograr un caro ungüento. Son cosas pequeñas que también nos llevan a la perfección y avanzamos en nuestra vida cristiana, Dios exigirá más y más obediencia de nosotros en cosas que nos parecen más pequeñas e insignificantes.
MEDITEMOS Y OREMOS
