“Dios es quien produce en ustedes”
Filipenses 2:13
Dios no tiene dos alternativas para nosotros, sólo una. No tiene dos cosas a las cuales quiere que nos acojamos, sólo una que es la mejor y su más alto deseo. Es una bendición tener nuestra vida trazada, al descubierto y tener nuestro trabajo ajustado al plan de Dios.
Se pierde mucha energía en desventuras. Se desvanece mucha fuerza espiritual en esfuerzos fallidos y se escurre en inconstantes, mal enfocados y escasos intentos por hacer el bien. Hay fuerza espiritual suficiente y fuerza económica suficiente en manos de cristianos consagrados hoy día, que si, éstas se canalizaran sabiamente, usándolas según el plan de Dios, se podría evangelizar al mundo en esta generación.
Cristo tiene un plan definitivo para su iglesia y él espera que nosotros lo entendamos y trabajemos en él. Al captar sus pensamientos y en forma obediente y leal cumplirlos, trabajaremos en línea con sus propósitos. Al trabajar así, le complaceremos mucho más que al hacerlo en forma impensable, imprudente e indiscriminada y más encima exigir que Dios bendiga nuestra obra.
MEDITEMOS Y OREMOS
