“Tómala y dásela a ellos por mi impuesto y por el tuyo”
Mateo 17:27
Hay un toque especial y tierno en el relato del milagro en Capernaum donde Jesús proveyó para el impuesto. Después de la referencia a la entrevista de Pedro con el cobrador de impuestos, la Escritura agrega que: “Al entrar Pedro en la casa, se adelantó Jesús a preguntarle” Mateo 17:25, eso es que Jesús se anticipó a la necesidad. Él preparó todo para proveerle a Pedro antes que él siquiera hablara del tema. Jesús lo envió a buscar una moneda en la boca del pez.
Es asó como el Señor siempre quiere anticiparse a nuestras necesidades. A él le encanta que nosotros no tengamos que pasar vergüenza. Siempre se anticipa y se preocupa para que haya gestos de provisión, anticipándose a nuestras necesidades. Después el maestro agrega con exquisita ternura: “Tómala y dásela a ellos por mi impuesto y por el tuyo”. Él asume primero la vergüenza y la necesidad, y toma la carga de su estresado y sufriente hijo. Él toma nuestras preocupaciones como las de él mismo, nuestras penas como sus penas, nuestra vergüenza como su vergüenza. “Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado” Hebreos 4:15
MEDITEMOS Y OREMOS
