“Lo que ustedes recibieron de gratis, denlo gratuitamente”
Mateo 10:8
Cuando Dios tiene algo especial para nuestras almas o para nuestros cuerpos, él quiere que sea un legado sagrado para entregárselo a otros: ustedes recibieron de gratis, denlo gratuitamente.
Le ha placido al Maestro en estos días finales de la dispensación de la gracia, revelarse a sí mismo en bendiciones muy particulares a los corazones de sus discípulos escogidos en toda la iglesia cristiana. La intención final es que esto se comunique a un círculo mayor. Cada uno de nosotros que goza de estas relaciones con el Señor llega a ser un testador y testigo de estas grandes verdades para entregárselas a todos los que podamos influir.
Si el Señor se nos ha revelado como nuestro santificador, es para que nosotros ayudemos a otros verlo como santificador.
Si el Señor ha sido nuestro sanador, es porque hay muchos que están enfermos y sufriendo a quienes podemos traerles algo de bendición.
Del mismo modo, si la venido de nuestro Señor es preciosa para nosotros, seríamos ingratos al esconder nuestro testimonio de esta verdad y guardarlo para nuestra propia satisfacción.
MEDITEMOS Y OREMOS
