“ Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante”
Filipenses 3:13
Uno de los empleados favoritos de Satanás es el guardia del patio de maniobra de trenes. Le encanta distraer y causar un desvío, a los trenes expresos enviados en una misión bendita y llena con el fuego de un propósito santo.
Algo a veces interfiere nuestro serio caminar y nos atrae, ocupando nuestras fuerzas y atención. Puede que sea una irritación o provocación. A veces es una queja sin mayor relevancia que nos detiene para intervenir en ella y hacer algún ajuste. Puede ser que nos entrometamos en los asuntos de otros y nos vemos comprometidos a rectificar algo. Y, antes de darnos cuenta, estamos absortos en cuestiones e intereses que nos distraen del gran propósito de nuestras vidas.
Quizás no hagamos tanto daño, pero perdemos nuestro tren o vuelo de conexión. Dejamos la línea central y nos hemos ido por un ramal.
No nos involucremos en estas cosas. Dejemos a un lado las quejas, críticas y nuestras objeciones. Sigamos adelante, irresistiblemente y sin titubeos, gritando a avanzar a nuestra meta en Cristo, “una cosa hago”.
MEDITEMOS Y OREMOS
