“Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención”
1ªCorintios 1:30
Más y más nos damos cuenta de la suprema importancia de tener claro el significado de la “santificación”, no es una bendición sino una unión personal con el Salvador, y el Espíritu Santo que mora en nosotros.
Miles de personas se pierden una vez que emprenden el camino de la santidad. Se ven fracasados y tropezándose y al final están perplejos por su situación. Concluyen entonces que están equivocados en su experiencia. Empiezan de nuevo, emprendiendo lo mismo y fracasan otra vez. Exhaustos por todos sus esfuerzos, concluyen que su experiencia es nada mas que una ilusión o por lo menos algo que para ellos no es posible. Al final vuelven a su vida pasada y su estado llega a ser peor que antes.
Lo que se necesita hoy es satisfacer al hambre que tienen y darles la verdad divina y permanente que clarifique que la santificación no es un estado, sino más bien es Cristo, como una persona viviente que está esperando entrar al corazón que esté dispuesto a recibirle.
MEDITEMOS Y OREMOS
