“He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”
Mateo 28:20
Este Cristo vivo no es una persona que fue, es una persona que es, que todavía es nuestro Cristo que vive. En Escocia, vi un campo donde años atrás ejércitos se encontraron en una gran batalla. En el punto crítico de la lucha, uno de los líderes cayó herido. Cuando sus soldados lo vieron caer, muchos estaban a punto de huir en retirada. Sus manos algo inciertas sujetaban sus espadas y por unos minutos titubearon. Entonces el jefe buscó fuerza de donde no existía para pararse y decirle a sus tropas, “no estoy muerto, hijos míos, estoy viendo que todos los de nuestra tribu asuman su responsabilidad con honor”.
De igual manera a este lado del Calvario nuestro Salvador nos habla. No podemos verlo, pero él dice: He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” (Mateo 28:20).
Noten que Él dice: “Yo estoy con vosotros”. Es una presencia ininterrumpida y continua. No es una posibilidad, sino la garantía de una presencia perenne que ha de permanecer con nosotros para siempre.
Pronto el conflicto cesará, pronto la batalla se ganará; el galardón pronto se entregará y el salmo eterno se cantará. Entonces nuestra canción será que la victoria es por ti. (Poema del Dr. Simpson)
MEDITEMOS Y OREMOS
