“Así que no temas, porque yo estoy contigo, no te angusties, porque yo soy tu Dios”
Isaías 41:10
Satanás siempre está tratando de debilitar nuestra fe. Él es el gran metafísico y sabe el efecto paralizador del temor, el gran enemigo de la fe. Si él puede causarnos temor, él puede frenar nuestra confianza y así también obstaculizar las bendiciones que debieran ser nuestras. Job vivió el peligro del temor y nos deja este testimonio: Lo que más temía, me sobrevino; lo que más me asustaba me sucedió. Job 3:25
El miedo y el temor nace de Satanás y si pensáramos un poquito nos daríamos cuenta que todo lo que él dice se fundamenta en la mentira. Él es el padre de la mentira. Sus miedos y falsedades y su mismo terror deberían servirnos de aliento.Cuando Satanás nos dice que algo malo nos sucederá, podemos con calma mirarle a los ojos y decirle que es un mentiroso. Podemos decirle: La bondad y el amor me seguirán todos los días de mi vida (Salmo 23:6). Y después mirando a los ojos del Señor podemos decir: Cuando siento miedo, pongo en ti mi confianza. (salmo 56:3)
MEDITEMOS Y OREMOS
