“os hMas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.
1ª. Pedro 5:10
Al empezar la nueva relación con Cristo, debemos tener la suficiente luz intelectual par que nuestra mente acepte que merecemos por gracia tal relación. La más mínima duda sembrará desconfianza. Entonces teniendo esta luz, debemos comprometernos, es una decisión. Este compromiso debe ser tan definido como cuando se planta un árbol o una novia se presenta al altar del matrimonio. Debe ser de una vez para toda la vida, sin reservas, sin mirar atrás.
Después hay un tiempo de prueba, para establecerse y acomodarse. Tenemos que quedarnos en la relación hasta que esta estabilidad y firmeza sea habitual. Por ejemplo, cuando un médico se encuentra con un hueso roto, lo inmoviliza hasta que el hueso se suelda nuevamente. Así también el Señor nos inmoviliza, nos hace sufrir para mantenernos quietos e inmóviles hasta pasar por la primera etapa de la fe.
Quizás no sea fácil, pero el Señor de toda gracia, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca. 1ª. Pedro 5:10
MEDITEMOS Y OREMOS
