“Guarda el buen depósito por el Espíritu Santo que mora en nosotros.”
2ª. Timoteo 1:14
Dios nos da el poder para mantener nuestros corazones a raya; en victoria y pureza.
Es el Espíritu Santo que lo hace: y cuando aparece un pensamiento maléolo o una sugerencia al corazón, una consciencia a tono puede, instantáneamente, clamar al Espíritu Santo para librarse de él y él lo expulsará al llamado de fe o una oración, y nos mantendrá tan puros como quisiéramos serlo. Pero, cuando nuestra voluntad se entrega consciente a la maldad y al pecado, el Espíritu Santo no puede expulsarlo.
El Señor espera de nosotros una vigilancia santa, y Él hará sobreabundantemente por nosotros si nos mantenemos prestos para hacer el bien y lo correcto. Él será por nosotros este espíritu de vigía, mostrándonos el pecado y la maldad, ayudándonos a detectarlo para llevárselo al Él para que Él lo expulse y destruya.
Oh Espíritu de Jesús llénanos hasta que solo haya espacio en nosotros para ti. Oh ven como el fuego que escudriña lo mas profundo del corazón. Oh ven como el fuego que purifica con tesón; consúmenos con santos deseos y llénanos con la plenitud de Dios
MEDITEMOS Y OREMOS
