Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
Efesios 2:10
Cristo nos envía a servirle, no en nuestra propia fuerza, sino con sus recursos y poder. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. (Efesios 2:10). Nosotros no tenemos que prepararlas, sólo ponérnoslas como vestimentas hechas a nuestra medida para cada ocasión de nuestras vidas.
Hemos de recibirlas por fe y salir a su obra, creyendo que él está con nosotros y en nosotros como el Todo suficiente en sabiduría, fe, amor, oración, poder y cada gracia y don que nuestra obra y trabajo requiera. En esta empresa de fe tendremos que sentirnos débiles, impotentes e indefensos y más, con poca conciencia de poder; pero si creemos y avanzamos, él será el poder y él enviará el fruto.
Los servicios que prestan mayor utilidad son aquellos (como los dulces frutos del desierto) que aparecen después de horas de desolación y aridez. “Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón. Y le daré sus viñas desde allí, y el valle de Acor por puerta de esperanza” Oseas 2:14-15.
Aprendamos a trabajar tan bien como a vivir por fe. Entonces hemos de recibir el premio de nuestra fe, eso es la salvación de nuestras preciosas almas y nuestras vidas llevarán fruto manifiesto por la eternidad.
MEDITEMOS Y OREMOS
