Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia.
Romanos 5:17
El pueblo de Dios a menudo tiene que lidiar enormes batallas para conseguir justicia en tiempos difíciles. Quizás tiene sentimientos de culpa por la tentación que le ha sobrecogido, o que por lo menos no le permite permanecer orientado en el Señor. El conflicto que resulta es terrible a medida que busca ajustarse y estar bien con Dios. Puede encontrarse confundido ante estas batallas espirituales y sentirse perplejo y desamparado.
¡Cuán oscura es esta batalla! En estas instancias no podemos sentir muy indefensos e inadecuados.
Estamos predispuestos a lidiar en el espíritu de la ley, y estos esfuerzos terminan en fracaso y condenación. Cada desobediencia trae desaliento y enojo y tendemos a desesperarnos.Si el que es tentado y lidia pudiese entender o recordar lo que ya hemos aprendido: Cristo es nuestra justicia, y no es a través de la ley, sino a través de la gracia que uno tiene victoria. Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia. Romanos 6:14. Este es el secreto en nuestras batallas.
MEDITEMOS Y OREMOS
