Cuando siento miedo, pongo en tí mi confianza.
Salmos 56:3
Nunca me olvidaré de un comentario que hizo George Mueller al responder a la pregunta: ¿Cómo puede uno tener una fe que mueva montañas? Él respondió: “La única manera de tener ese tipo de fe es pasar por muchas pruebas y dificultades. He aprendido a tener fe al permanecer fiel en medio de esas pruebas” Lo que dice el hermano Mueller es muy acertado. El tiempo de confiar es cuando todo lo demás fracasa.
Si solo apreciáramos el valor de nuestras oportunidades hoy, aún cuando estamos pasando por gran aflicción, nuestra propia alma está anclada en manos de una poderosa fe.
No tengas miedo, sólo cree. Si tienes miedo hoy, mira hacia arriba y confiesa: “Cuando siento miedo, pongo en ti mi confianza” (Salmos 56:3) Haciendo esto darás gracias al Señor por la “escuela de angustia” que para ti ahora es la “escuela de la fe”
Hermano, atiende la súplica, obedece su voz hoy. El Espíritu te llama, no lo entristezcas. (Poema del Dr. Simpson)
MEDITEMOS Y OREMOS
