Confíen siempre en el Señor.
Isaias 26:4
Los conflictos son u caldo de cultivo para la confianza. Las dificultades son los incentivos divinos que permiten el crecimiento de nuestra confianza en la divina fidelidad y amor de Dios.
El águila le enseña a sus hijos a volar destruyéndoles el nido y lanzándoles así al vacío -provistos de sus propios recursos- y ellos, vuelan o caen. En un desesperado aleteo, ellos encuentran el secreto de una nueva vida y gradualmente aprenden a volar, surcando el firmamento azulado.
Es así como el Señor nos enseña a usar nuestras alas de fe, nos lanza de nuestros nidos seguros, nos quita el piso y nos deja caer en el vacío donde sucumbimos o aprendemos a confiar el él. Hemos de tirarnos al vacío para encontrar al Señor sustentándonos, como las alas del águila por debajo de sus crías, sustentándolos en esa caída que les enseña a volar.
Es fácil para nosotros descansar en las cosas que podemos ver o sentir. Es una experiencia nueva caminar solos con el Dios invisible. Pero, es una lección que hemos de aprender se es que hemos de vivir en las alturas celestiales donde la fe será nuestro único sentido y Dios nuestro todo en todo.
MEDITEMOS Y OREMOS
