Ustedes son la luz del mundo.
Mateo 5:14
Somos llamados la luz del mundo; los que llevan la luz, los reflectores, la velas, las lámparas. Hemos de encendernos nosotros mismos, quemarnos y así dar luz a otros.
Somos la única luz que el mundo tiene. El Señor mismo pudo haber venido y dar así la luz en forma permanente al mundo, pero él escogió un modus operandi distinto. Él quiere que su luz se irradie a través de nosotros. Si nosotros no lo hacemos, el mundo no la tendrá. Dios no enviará un meteorito para avisarnos cuando hemos de alumbrar su luz.
Debemos ser la luz del mundo continuamente (24/7), cuando estemos en el hogar, con los amigos o en la iglesia. Debemos tener en mente que esta podría ser la última oportunidad, así que debemos brillar para él.
Que nuestras lámparas estén encendidas y llenas del aceite del Espíritu Santo. Por sobre todo, eso sí, seamos una luz incandescente para los que no conocen a Cristo como su Salvador personal.
“Señor permite vivir en Timnar Sera donde la luz siempre abunda. Allí la oscuridad nunca llega y el día nunca se acaba”
MEDITEMOS Y OREMOS
