“De modo que les respondí con el siguiente mensaje: «Estoy ocupado en una gran tarea, así que no puedo ir. ¿Por qué habría de dejar el trabajo para ir a encontrarme con ustedes?».
Nehemías 6:3
Cuando estamos en lo mejor de un trabajo, hay muchas cosas pequeñas que aparecen reclamando nuestra atención. Es una bendita cosa estar silenciosamente quieto trabajando y poder confiar las cosas pequeñas al Señor. Él responde a esa confianza en la mejor de las maneras.
Como creyentes no tenemos tiempo para inquietarnos o preocuparnos sobremanera ya que hemos aprendido el secreto de la fe en Dios. Un deseo desesperado de cambiar nuestras circunstancias adversas nos distrae la mirada que debemos tener en el Señor y en su gloria. Algunos creyentes enfermos han estado tan ansiosos de mejorarse que han perdido su bendición espiritual. El Señor a veces tiene que enseñarles que hay que estar dispuestos a estar enfermos antes de estar lo suficientemente entregados a él como para recibir su más gran y plena bendición.
El enemigo siempre-listo para entorpecer. Sambalat en este pasaje, vino 4 veces al gran constructor. Siempre recibió la misma respuesta: “Estoy ocupado en una gran tarea y no puedo ir”. Cuántos miedos nos han distraído y finalmente nunca se han concretado. Nehemías se dio cuenta que el temor es un pecado y no quiso entregarse a él.
MEDITEMOS Y OREMOS
