Sin embargo, David tomó la fortaleza de Sion.
1ª Crónicas 11:5
Si te parece que luchas mucho en tu vida espiritual, puede ser que no has tenido una batalla decisiva al comenzarla. Es mucho más fácil tener una gran batalla que tener una serie de continuas escaramuzas toda tu vida. Conozco a personas que por 40 años lidian con un pecado que los asedia de continuo. Gastan la energía suficiente como para evangelizar a todo el mundo.
¿Vale la pena desperdiciar así nuestra vida? ¿Por qué no tener de una vez una gran batalla, una gran victoria, y después dar gracias a Dios? Hay un gran esfuerzo que desplegar. Las alturas son escarpadas; el camino no es fácil; es difícil llegar, pero una vez allí, hay perfecto descanso.
Mas pasaréis el Jordán, y habitaréis en la tierra que Jehová vuestro Dios os hace heredar; y él os dará reposo de todos vuestros enemigos alrededor, y habitaréis seguros. (Deuteronomio 12:10)
Venid, dejad para siempre vuestro viejo y pecaminoso hombre, bajo la fuente carmesí del Salvador. Venid tomadlo como vuestro santificador, venid con nosotros [dice Dios] y te haremos bien.
MEDITEMOS Y OREMOS
