Yo soy el Señor, que les devuelve la salud
Éxodo 15:26
Es razonable que el Señor espere que nosotros confiemos en él para el cuidado de nuestro cuerpo como le confiamos nuestra alma. Si nuestra fe no es lo suficientemente práctica para traernos alivio temporal, ¿Cómo se nos ha de enseñar a depender de Dios en las áreas donde hay mucho riesgo?
Está bien que conversemos de confiar en Dios para el futuro distante y la esperanza de salvación después de morir. No hay ningún creyente en algún país cristiano que no confíe en su salvación futura. Pero es poco el ejercicio de fe en esto. Sólo cuando nos enfrentamos a dilemas cercanos, positivos y personales y a fuerzas abrumadoras que comprobamos la realidad del poder divino y la vida sobrenatural en Cristo.
Para la educación de nuestro espíritu y su amable y grata provisión para nuestros cuerpos temporales, Dios siempre ha capacitado a su pueblo para reconocerlo como el que suple sus necesidades y también para que lo vean como el médico de sus cuerpos y Padre de sus espíritus.
MEDITEMOS Y OREMOS
