El fruto del Espíritu…. Amabilidad, benignidad.
Gálatas 5:22
La crudeza del invierno se derrite y ahora sonríe la dulzura de la primavera y alrededor, todo respira la amabilidad y benignidad de Dios. Este fruto está en armonía con tan benigno mes de primavera que refleja.
Que el Espíritu Santo nos dirija en estos días hacia su pureza, quietud, amabilidad o benignidad; subyugando así toda crudeza, rudeza, aspereza y hábito no conforme a su santidad. Que el Señor nos haga como Él de quien se dice, No contenderá, ni voceará, Ni nadie oirá en las calles su voz. (Mateo 12:19)
El hombre que de veras es lleno de Jesús siempre será un caballero. La mujer que ha sido llena del Espíritu Santo tendrá los instintos de una dama perfecta, aunque no sea de la realeza o de los mejores colegios. Recibamos y reflejemos la benignidad o amabilidad de Cristo hasta que el mundo pueda decir de nosotros como dijera del gran cristiano Francois Fenelon del atractivo pero inconverso Chesterfield “si estuviera un día mas en la casa de este hombre (Fenelon) me convertiría en seguidor de Cristo.”
Seór, ayúdanos hoy a ceder a la paloma gentil, amable del Espíritu Santo para que nuestras vidas sean como Él.
MEDITEMOS Y OREMOS
