“Mira que te he puesto en este día sobre muchas naciones y sobre reinos,
para arrancar y para destruir, para arruinar y para derribar, para edificar y para plantar”.
Jeremías 1:10
Cuando Jeremías recibe la asignación de parte de Dios de establecer Su Reino sobre los demás reinos y naciones, le
declara que es necesario arrancar, destruir, arruinar y derribar antes de poder edificar y plantar, en otras palabras,
le especifica la necesidad de un proceso de demolición, antes de poder edificar y plantar Su Reino.
En estos últimos 7 años al establecer Escuelas de Oración en 20 naciones en donde hay hispanos, (16 en
Latinoamérica y 4 en Europa), he podido ver como el Señor sigue utilizando este principio del Reino: antes de
edificar y plantar, ¡¡¡es necesario hacer la obra de demolición!!!
He podido observar como el Señor se ha encargado de sacar a la luz algunas fortalezas espirituales (2 Corintios
10:3-6) que hay que demoler para poder edificar y plantar, y deseo compartir tres de ellas que estan arraigadas en
las iglesias:
- Los niños son el futuro de la Iglesia.
- Los jóvenes son el futuro de la iglesia.
- Los hombres no deben llorar (Machismo).
Hoy les compartiré de la primera. No me cabe la menor duda de que el Señor Jesucristo lo dejo bien claro: el Reino
de Dios incluye a los niños, de hecho hay que ser como niños para poder ser parte de el…cuando no lo entendemos
de esa manera, entonces nos esforzamos por entretener a los niños en nuestros hogares y en las iglesias para que
no molesten a los adultos…pienso que la reprensión del Señor sigue vigente: “Dejad que los niños vengan a mi y no
se lo impidáis, porque de los tales es el Reino de los Cielos” Mateo 19:14…por favor prestemos atención, no dijo:
será el Reino de los Cielos cuando sean adultos, sino que ES, en tiempo presente.
Señor Jesús perdónanos por impedir que los niños vengan a ti, ayúdanos a destruir esa fortaleza espiritual de
nuestros hogares y nuestras congregaciones…ayúdanos a no entretener a los niños, sino a ministrarles de tu
Palabra y de tu Presencia.