Llénense del Espíritu Santo.
Efesios 5:18
- La santidad del corazón y de la vida. Esta no es la perfección de la naturaleza humana, sino la santidad de la naturaleza divina en nosotros.
- La llenura de gozo para que el corazón siempre esté radiante. Esto no depende de las circunstancias, pero llena nuestro espíritu de risa santa (santo gozo) en medio de las mas adversas circunstancias.
- La llenura de sabiduría, luz y conocimiento. Para ver las cosas como Dios las ve.
- Una elevación, mejoría y vivificación de la mente. Teniendo la habilidad de recibir en plenitud la promesa que nosotros “tenemos la mente de Cristo” (1ª Corintios 2:16)
- Una vivificación igual de nuestra vida física. El cuerpo, como la mente, fue hecho para el Espíritu Santo.
- Tener la capacidad de orar la oración del Espíritu Santo. Si Él está en nosotros habrá una extraña concordancia con la obra de Dios en el mundo que nos rodea.
MEDITEMOS Y OREMOS

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