En la unión con Cristo Jesús, Dios nos resucitó y nos hizo sentar con él en las regiones celestiales.
Efesios 2:6
La ascensión es más que la resurrección. Mucho se habla de ella en el Nuevo testamento. Cristo asciende sobre todas las cosas. Lo vemos en el mismo acto de su ascensión, pero no así en el acto de la resurrección. Con sus manos levantadas y conversando con sus discípulos, Cristo se despide de ellos y asciende. De una manera muy simple y sin ostentación, él nos ha traído el cielo a nuestra vida normal.
Nosotros también debemos ascender aun aquí. “Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.” Colosenses 3:1. Debemos aprender a vivir en la perspectiva del cielo, buscando las cosas de arriba, donde está Cristo.
Contemplemos las cosas como Dios las ve, como Cristo opera: venciendo al pecado, resistiendo a Satanás, disolviendo las perplejidades de la vida, sobreponiéndonos a las tribulaciones, separándonos del mundo y conquistando el temor a la muerte. Esta perspectiva nos permite observar todo como lo veremos algún día estando con él en gloria, y como si estuviéramos ahora mismo sentados con Él como en realidad ya estamos -porque Dios nos resucitó y nos hizo sentar en él en las regiones celestiales (Efesios 2:6)
Levantémonos con su resurrección y, en comunión con su gloriosa ascensión, aprendamos a vivir buscando las cosas de arriba.
MEDITEMOS Y OREMOS
