..sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.
Romanos 6:6
Sabemos que, nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. Esto tiene que ver con nuestra fe. La fe y la vista siempre tendrán sus diferencias. Nuestros sentidos no lo aprecian como tal, pero sí nuestra fe. Es una actitud algo difícil de mantener, solo si creemos completamente a Dios podremos considerar la realidad de su Palabra y su obra en nosotros. Y, a medida que lo hacemos, la fe lo convertirá en hecho y será entonces una realidad en nosotros.
Estas dos palabras: ceder y reconocer, son santo y seña para la vida resucitada. Son los dos filos de la espada del Espíritu por la cual entramos a la vida crucificada de Cristo. Este acto de ceder o rendición y el acto de considerar mediante la fe, representan en el Nuevo testamento una crisis definitiva en nuestra vida espiritual. Esto no significa que se espera un morir continuo en nosotros, sino un acto definitivo de morir al yo y entonces un hábito constante de considerarnos muertos y así enfrentarnos con perseverancia en todo.Al Apóstol Pablo nos instruye: Ustedes considérense muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús (Romanos 6:11)
MEDITEMOS Y OREMOS
