“La fe es la certeza de lo que no se ve”
Hebreos 11:1
La fe verdadera deja la carta en la oficina del Correo. Desconfianza no la entrega al correo y se pregunta porqué no llega la respuesta. Sobre mi escritorio hay unas cartas que escribí la semana pasada, estaba incierto sobre las direcciones o el contenido de las mismas y todavía no se han llevado al correo para su envío. No son de ninguna ayuda a mí persona o a otros. Nunca serán de beneficio hasta que yo las dejé salir de mis manos y las entregue al sistema postal.
Es lo mismo con la fe. Entregamos las cosas al Señor y entonces él opera.
Tenemos un verso que mucho nos favorece: “Encomienda al Señor tu camino y confía en él y él actuará” (Salmo 37:5). Él no puede obrar hasta que nosotros le encomendemos.
La fe es recibir, mejor es decir tomar el regalo que Dios nos ofrece. Nosotros podemos creer y venir y encomendar y descansar; pero nunca podremos darnos cuenta de nuestro regalo hasta que lleguemos a recibirlo con una actitud de permanecer y tomar lo que él nos ofrece.
MEDITEMOS Y OREMOS
