Muchos serán purificados y perfeccionados y quedarán limpios.
Daniel 12:10
Esta es la promesa de la venida de nuestro Señor. Es más que nuestra purificación. Es ser emblanquecidos, quedar blanco como la nieve, radiante, brillante. Ser purificado implica que todo lo que es pecado se quema en el crisol; ser emblanquecido es ser impregnado de la gloria del mismo Señor. Lo primero es limpieza, y lo segundo es nuestra iluminación y glorificación.
El Señor tiene ambas cosas para nosotros. Pero, para tenerlas, él nos ha de pasar por el fuego y nos probará. Se nos tiene que llevar por lugares de mucha dificultad donde Cristo significará todo para nosotros por lo extremo de la situación en que vivimos. Estamos muy cerca de tales días. Está alrededor nuestro y todas son señales de la venida del Señor.
«Miren, ¡yo vendré como un ladrón, cuando nadie lo espere! Benditos son todos los que me esperan y tienen su ropa lista para no tener que andar desnudos y avergonzados». Apocalipsis 16:15
Hay voces por doquier que inspiran esperanza y miedo; hay señales que indican que el fin se acerca; hay advertencias a prepararse porque el rey pronto regresará; ¡Oh debe ser la venida del Señor! (Poema del Dr. Simpson)
MEDITEMOS Y OREMOS
