“Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo,
y habiendo acabado todo, estar firmes”
Efesios 6:13
Para estar listos para el Reino, debemos estar vestidos apropiadamente. Debemos tener la armadura de Dios en su
lugar para resistir el mal en nuestro mundo de hoy. No pertenecemos a este mundo. Pertenecemos al Reino de Dios
y somos sus hijos. Necesitamos estar vestidos para las batallas que el mundo está librando contra el Reino de Dios
y el pueblo de Dios.
Una de las mayores bendiciones como hijos de Dios es saber que él ya ganó la victoria contra el enemigo. Cuando
nos enfrentamos al enemigo ceñidos con la armadura que él provee, tenemos autoridad contra el enemigo. También
tenemos poder en el nombre de Jesús y en la sangre que derramó en la cruz. Si siente que el enemigo está
trabajando, átelo en el nombre de Jesús. Tome la espada del Espíritu y pronuncie verbalmente la Palabra de Dios
contra él: “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y el huirá de vosotros.” Santiago 4:7
Padre, me pongo el cinturón de la verdad. Jesús es la Verdad. Me pongo la coraza de justicia. Jesús es mi Justicia.
Me calzo los zapatos del evangelio de la paz. Jesús es las Buenas Nuevas. Tomo el escudo de la fe. Jesús es mi
Defensor. Tomo el yelmo de la salvación. Jesús es mi Salvador. Tomo la espada del Espíritu. Jesús es la Palabra de
Dios. Tomo toda la oración. Jesús es mi Intercesor. Estoy completo en Cristo y el maligno no puede tocarme