La gloria del Señor será tu retaguardia.
Isaías 58:8
Él llega a nuestro lado como nuestro ayudador. Más que eso, él viene a morar en nosotros, llega a ser la vida en nuestra sangre, el fuego en nuestro pensamiento, la fe dentro nuestro – tanto su incepción como su consumación. Por eso él llega a ser no sólo la recompensa del victorioso, pero los recursos que necesitamos para vencer. Él es el capitán, el vencedor, nuestra retaguardia invencible.
Esa ayuda a última hora que nos llegó durante una mañana difícil, fue él. Él levanta nuestros ojos a si mismo y nos libera de la apatía, del descontento y de nuestros temores. Él es siempre nuestro ayudador en esta competencia celestial y será nuestro gran galardón en las edades que vienen.
Si nuestra vida está escondida en él, hemos de pasar las pruebas que él pasó, pero no las encontraremos tan difíciles. Si lo tomamos a él en un 100% como nuestra fuerza, nuestra vida, nuestro todo en todo, entonces podremos sobreponernos a todas las cosas que día a día nos sobrecogen.
“Yo he vencido- dijo el Señor, Yo he vencido por ti”
“Tú vencerás- dijo el Señor, Tú vencerás a través de mi”
MEDITEMOS Y OREMOS
