“Acéptense mutuamente, así como Cristo los aceptó a ustedes”
Romanos 15.7
El texto de hoy nos plantea un principio sublime, que a la vida le dará sublimidad y esplendidez. En otra ocasión el mismo Pablo dice: Y todo lo que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él (Colosenses 3.17).
Así se caracteriza nuestro excelso llamado que es representar a Cristo y actuar como él, con su carácter y espíritu en toda Circunstancia con todas las personas. “Qué haría Jesús?”” es una pregunta muy simple que puede resolver todas nuestras dificultades, resolviéndolas siempre por la vía del amor.
Pero no podemos responder a esta pregunta en forma correcta sin tener a Jesús mismo dentro de nuestro corazón. Esto es algo muy Serio para sólo fingir. Tenemos que tener a Cristo y actuar naturalmente y de acuerdo con la vida de Cristo en nosotros. Es así como su vida en nosotros se plasma y se evidencia a los demás.
Es fácil amar a todos y ver nada más que lo amoroso, cuando nuestros corazones están llenos de Cristo. Fácilmente se desvanecen todas las dificultades y nos parece que todos están Vestidos del Espíritu cuando nosotros estamos llenos de su presencia.
¿Qué haría Jesús? Una pregunta se popularizó unos años atrás entre la juventud evangélica para sopesar uno y cada acto que hicieran.
Dr. Simpson dentro del corpus aliancista nos hace esta consulta desde el comienzo del siglo pasado para que midamos nuestros actos y pensamientos ante Cualquier eventualidad.
MEDITEMOS Y OREMOS
