Les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo
Mateo 28:20
Jesús nos dice literalmente “Yo estoy con ustedes todos los días”. Él llega todos los días con una nueva bendición. Cada mañana, cada día, él camina con nosotros con un amor que nunca se agota y una bendición que nunca envejece. Él está con nosotros “todos los días”, permanece indefinidamente. No hay día tan oscuro, tan normal, tan común donde nosotros no hemos de encontrarle.
Muchas veces no lo reconocemos, como los que caminaban a Emaús, hasta que nosotros nos damos cuenta que nuestros corazones “arden” (lucas 24:32), nuestro amor se conmueve, la Biblia se hace vida a medida que cada promesa pareciera hablarnos a nosotros con una poderosa realidad espiritual. ¡Es el Señor!
Dios concédenos que tu viva presencia sea lo mas real para nosotros de ahora en adelante. Tengamos o no conciencia y evidencia de ello como lo tuvieron esos gloriosos 40 días (después de la resurrección de Cristo) o tengamos que entrar en los días futuros como tantos, caminando simplemente por fe y en cumplimiento de nuestras responsabilidades, sepamos esto siempre, Él está con nosotros, su presencia aunque no vista, pero real y presta cuando lo necesitamos a él para manifestarse a sí mismo a nuestro favor.
MEDITEMOS Y OREMOS
