“Le creyó Abraham a Dios”
Romanos 4:3
La fe de Abraham reposó en Dios mismo. Él conocía al Dios con quien trataba Era una confianza personal en aquel en quien él podía confiar íntegramente.
El verdadero secreto de Abraham durante toda su vida era su amistad con Dios; él sabía que Dios era grande, bueno y fiel amigo. El confió en su palabra sin dudarlo, él salió de un medio de donde todo lo conocía y confiaba, para tomar un camino sin saber dónde iba sin nadie más que Dios.
Más allá de confiar en la palabra de Dios, hemos aprendido a confiar plenamente en Dios, el Dios de infinito amor y poder, en el Dios del pacto y el eterno amigo?.
Se nos comenta que Abraham glorificó a Dios con su vida de fe; la verdadera manera de glorificar a Dios es dar a conocer al mundo quién él es y qué es lo que él puede hacer.
No es tanto que Dios quiere que hagamos cosas, es que dejemos que las personas puedan ver lo que Dios puede hacer. Dios no está buscando a caracteres extraordinarios como sus instrumentos, más bien él está buscando instrumentos humildes a través de los cuales él pueda verse honrado por toda la eternidad.
MEDITEMOS Y OREMOS
