Con quienes lo honran, Dios es tan tierno como un padre con sus hijos. Salmos 103.13
¡Honra mi nombre! Es todo lo que escuché cuando veía a mi hija tirada en el suelo, sus signos vitales se debilitaban y los médicos corrían tratando de auxiliarla.
Veníamos de unos días muy difíciles, ella había tenido varias amenazas de aborto y de pronto se desmayó y no reaccionaba.
Fue ahí cuando le pregunté a mi Padre celestial: ¿y ahora qué más pasaremos Señor? Y Él me dijo que solo levantara su nombre; y eso fue lo que hice. En ese mismo lugar empecé a exaltarlo, a recordar todo lo que Él significaba para mí, y cuanto más le adoraba una gran paz me inundaba. Cuando mi hija reaccionó yo ya estaba envuelta en su paz.
Dios es tierno, es un Padre amoroso, en su bondad nos dice que en ese momento terrible donde la tormenta parece que te dejara sin fuerzas, solo le adores, mires el cielo y veas su grandeza y poder. Es en ese instante cuando te encuentras con la ternura de Dios serás envuelto en un manto de paz que sobrepasa tu entendimiento, cualquiera sea tu situación.
Padre, Tú eres mi paz en medio de los momentos difíciles. Hoy declaro que tú eres Todopoderoso, mi Proveedor, mi Defensor. Hoy levanto tu nombre como una bandera.