Encomienda al Señor tu camino, confía en él y él hará.
Salmos 37:5
Pocas veces he escuchado una mejor definición de fe que la que me diera una cariñosa santa. Ella le contestó a un joven cuando este quería saber cómo el Señor proveía para sus necesidades. Ella calmadamente se le acercó y dijo: “tienes que creer que él lo ha provisto y así será”
El gran peligro para nosotros es pedirle algo al Señor y no creer que él proveerá. Seguimos tratando de ayudarle y pidiéndole a otros que lo ayuden, supervisando al Señor.
La fe agrega su AMEN al sí de Dios y después ya no lo toca permitiendo que Dios termine su obra. Su lenguaje es: Encomienda al Señor tu camino, confía en él y él hará. Salmos 37:5
Señor, ya no forcejeo más, encomiendo a ti mi camino, confío en tu Palabra para siempre, y no dudo más.
MEDITEMOS Y OREMOS
