Paloma mía, que estás en los agujeros de la peña, en lo escondido de escarpados parajes
Cantares 2:14
La paloma está en las grietas de las peñas. Ahí hay seguridad y consuelo. También está en lo escondido de escarpados parajes. Junto a las sendas, la paloma le gusta hacer su nido y también en las altas y escarpadas torres donde hombres suben por escaleras de caracol a unos cientos de metros de altura. Es una visión gloriosa que se obtiene arriba en las escarpadas sendas y torres, un entorno muy por debajo. Es una imagen de nuestra vida que asciende.
Para llegar a las alturas celestiales, tenemos que encontrar esos lugares secretos de la senda escarpada. Es la única manera de sobreponernos al plano natural. Nuestra vida debe caracterizarse en un continuo y discreto ascenso con un descanso ocasional; pero hemos de ir ascendiendo, paso a paso.
No todos encuentran esta manera del ascenso secreto. Eso solo para los escogidos del Señor. El mundo puede pensar que de hecho uno está descendiendo. Quizás no tengamos tanta labor pública o vistosa como la teníamos antes. Bienaventurados los pobres de espíritu (Mateo 5:3). Es una vida secreta, casi oculta. Quizás no nos demos ni cuenta que estamos creciendo, pero en la hora de la prueba, nos damos cuenta que estamos fortalecidos y establecidos en él.
MEDITEMOS Y OREMOS
