Estos, pues, se acercaron a Felipe, que era de Betsaida de Galilea, y le rogaron,
diciendo: Señor, quisiéramos ver a Jesús.
Juan 12:21
Cuando una gran bendición nos espera, el diablo de seguro hará lo imposible para que lo pasemos de los más miserable y así la perdamos. Es bueno recordar que satanás es un mentiroso y acusador; y que cuando él quiere arremeter en nuestra contra, es justo el minuto cuando nos espera la gran bendición.
Spurgeon dijo una vez que la mas clara evidencia que Dios está a nuestro lado es el rugir del diablo. Estamos en un lugar seguro al seguir adelante ya que al diablo no le gusta.
Cuidemos ya que nuestros prejuicios puedan apartarnos del pueblo de Dios y su verdad, y nos podemos perder los tesoros de nuestra vida. Tomemos los tesoros del cielo como vengan, ya que al igual que los tesoros del mundo, los del cielo, generalmente llegan como el grano de trigo en una cáscara o como una joya dentro de una dura piedra.
“Yo he visto a Jesús, y mi corazón está muerto a todo lo demás. He visto a Jesús, y mis deseos se suplen de él. He visto a Jesús y mi corazón al fin está satisfecho, ya que he visto a Jesús.”
MEDITEMOS Y OREMOS
