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DIA 14: La Promesa del Espíritu Santo

En el primer capítulo de Hechos se nos dice que el Señor Jesucristo resucitado les habló a Sus discípulos y “les ordenó que no salieran de Jerusalén, sino que esperaran lo que el Padre había prometido, lo cual”, dijo, “ustedes oyeron de Mi” (Hechos 1: 4). Jesús estaba hablando sobre el derramamiento del Espíritu Santo cuya presencia manifiesta los empoderaría para el ministerio, pero sus mentes se volvieron hacia su “cuadro de profecía” y “el próximo evento en el calendario de profecías de Dios”. Comprendieron que las profecías de las Escrituras predijeron un tiempo futuro en el que reinaría el Mesías, por lo que le preguntaron, en sus palabras: “Señor, ¿es en este momento que estás restaurando el reino a Israel?” (Hechos 1: 6). La respuesta del Señor a su pregunta es: “No os corresponde a vosotros conocer tiempos o épocas que el Padre ha fijado por Su propia autoridad” (Hechos 1: 7). La palabra griega traducida como “tiempos” es “kronos” y significa “el movimiento lineal y secuencial del tiempo”, mientras que la palabra traducida como “épocas” es “kairos” y significa “un momento o estación oportuno”. Es la segunda palabra, “kairos”, por la que los discípulos le preguntaron a Jesús. Le están preguntando si esta es la época en la que Dios haría lo que ellos creían y esperaban que hiciera.

Jesús dejó en claro que los discípulos debían “esperar” la promesa del Espíritu Santo y eso es en lo que debían enfocarse. Sin embargo, hay tres cosas que nublaron su pensamiento acerca de lo que Dios haría en sus vidas y que pueden aplicarse a nuestras vidas y que hacen que sea difícil “esperar” en el Señor. Una es que tenemos falsas expectativas de lo que Dios hará con base en una comprensión incorrecta de las Escrituras. Podemos esperar y estar esperando algo que Dios en realidad no ha prometido que suceda, o al menos no suceda cuando lo esperamos. En segundo lugar, no entendemos en qué etapa de nuestras vidas nos encontramos cuando Dios está obrando de acuerdo con Su propósito. Si estamos en un tiempo de “invierno” cuando Dios no está obrando como queremos, esperamos o esperamos, debemos esperar a que llegue Su tiempo para que llegue la “primavera”. Al estar en una temporada de “invierno”, no podemos convertirla en “primavera”, por lo que debemos “esperar”. En el tiempo del Padre, que Él ha “fijado soberanamente por Su propia autoridad”, Él traerá Su nueva temporada en nuestras vidas. En tercer lugar, sea cual sea la temporada en la que estemos, debemos discernir y enfocarnos en lo que Dios está haciendo en nuestras vidas en la temporada en la que estamos.

Ciertamente no está mal preguntar: “Señor, ¿es en este momento…?” Sin embargo, debemos discernir lo que Él está haciendo en nuestras vidas de acuerdo con Su tiempo. Entonces se cumplirá Eclesiastés 3:11 que promete: “Todo lo hizo hermoso a su tiempo”.

Bill Hyer

Peticiones de oración por Sede Embajadores – Madrid:

  • Que Dios dé sabiduría a los pastores para guiar la iglesia en la dirección que Él quiere.
  • Por sanidad para los miembros y sus familias. 
  • Por saber guiar a los niños y jóvenes. 
  • Que se levanten obreros en la congregación.

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