Ayer mencioné que estar listo para el Reino es estar listo para el regreso. La parábola de las diez vírgenes en Mateo
25:1-13 nos muestra cinco vírgenes prudentes y cinco vírgenes insensatas, y finalmente son insensatas porque no
están preparadas para encontrarse con el novio, Cristo. La única gran diferencia entre las vírgenes era el aceite… la
cantidad de aceite que tenían. Las cinco sabias tenían aceite extra.
El aceite es la presencia personal, empoderadora y manifiesta de Dios en nuestras vidas. Servimos a un Dios que no
se contenta con nunca ser visto, escuchado, sentido, nunca en relación con Su creación. No está contento con la
falta de compromiso esencial con nosotros. De hecho, ¡es por eso que Jesús vino! Como dice en Juan 1:14 en la
paráfrasis del Mensaje, “El Verbo se hizo carne y sangre, y se mudó al vecindario”. Desde el mismo comienzo en el
Jardín del Edén, Dios deseaba una relación, deseaba estar presente con Su creación.
El problema es que, como cultura, estamos empeorando en presencia; no hacemos bien la presencia porque
vivimos distraídos, y nunca estaremos listos para el Reino y listos para regresar mientras vivamos de esta manera.
Es la presencia de Dios la que nos energiza, sostiene y empodera, pero la mayoría de nosotros somos “tan asaltados
por las armas de distracción masiva que estamos fritos”. Puedes tener a Dios [o quizás, mejor dicho, la idea de Dios]
pero puede que Él no le tenga a usted, y por eso nos quedamos sin aceite. La realidad es que podemos saber mucho
sobre alguien, pero nunca conocerlo personalmente (esta es toda la premisa de las redes sociales). Hay un número
creciente de personas que profesan a Cristo, pero no poseen a Cristo, no son creyentes, son falsos creyentes, y no
hay aceite en la lámpara, ¡y esto debería desconcertarnos!
El aceite y las copas de aceite adicionales apuntan a una vida continua en Dios, momento a momento. Lo que falta
en su vida en realidad podría ser… Dios y amigos, esta hora en la que vivimos ahora necesita una relación íntima y
creciente con nuestro Padre que da vida y produce aceite, ¡Él quiere que estemos listos para el regreso de su Hijo!